La abeja recoge dulce néctar
yendo de flor en flor
la transforma en dulce miel
con todo su amor,
así eres tu
recogiendo lo mejor
transformándolo en cariños
y robándonos el corazón.
Sé que me desprecias
como si fuera una porquería,
porque cada vez que me besas
hago una tontería
pero yo no tengo la culpa
mi bella amada mía,
si no que tus besos
me llenan de alegría.
Lejos de aquí quiero partir
contigo a mi lado para vivir,
donde me digas voy a ir
y en nuestro nuevo hogar
juntos vamos a sentir.
No quiero dinero,
ni tampoco oro,
porque mi felicidad
es estar con mi tesoro,
el cual eres tú
lo único que adoro
y que quiero
porque estar contigo
es vivir en el cielo.
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